FOTO: ROTARY CLUB.-
En un contexto de profunda transformación económica, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, sostuvo que “no se puede ordenar la macro y no ordenar la micro”. La frase, pronunciada durante un almuerzo del Rotary Club, resume la visión del dirigente fabril sobre el programa económico del Gobierno de Javier Milei, al que elogió por el ordenamiento de las cuentas públicas, pero también le exigió avanzar en reformas que reduzcan el llamado “costo argentino”.
Según puso saber Tendencia de Noticias, en los próximos días Rappallini llegará a la provincia de Tucumán, en el marco de una agenda que está siendo organizada por la Unión Industrial de Tucumán (UIT), presidida por Jorge Rocchia Ferro. Durante su visita, el titular de la UIA mantendría reuniones con empresarios socios de la central fabril tucumana y también encuentros con autoridades provinciales, con el objetivo de reforzar vínculos institucionales y dialogar sobre el desarrollo productivo regional.
En su discurso, Rappallini destacó los avances en materia fiscal y la desaceleración de la inflación, pero advirtió que el país sigue siendo “25% más caro” que sus principales competidores regionales, como Brasil o México, debido a problemas estructurales internos. “Sin discutir el tipo de cambio, hay que corregir esos desequilibrios”, remarcó.
El dirigente apuntó a la necesidad de “generar más empresas y más empleo privado” y comparó el estancamiento local con la evolución de otros países. “En la Argentina, la actividad no crece desde 2011 y tenemos unos seis millones de trabajadores formales. Corea del Sur, con una población de 51 millones, tiene casi 25 millones de trabajadores privados. España supera los 14 millones y Polonia, los 13 millones”, ilustró.
En ese sentido, propuso “crear un nuevo acuerdo productivo” que recupere la confianza en el sector industrial y que incluya tanto una mirada crítica sobre el pasado kirchnerista como sobre la actual gestión libertaria. “Gran parte de la industria sobrevivió gracias al gasto público y la protección, lo que generó una demanda artificial. Ese sistema terminó inviabilizando a muchos sectores”, afirmó, y agregó que la consecuencia fue un “deterioro del empleo, la infraestructura y la aceleración inflacionaria que destruyó el ahorro y el crédito”.
Aunque valoró los esfuerzos del Gobierno por estabilizar la macroeconomía, Rappallini insistió en la urgencia de abordar los problemas microeconómicos. “Es fundamental trabajar sobre los costos internos y la dinámica micro”, reiteró.
También diferenció entre los sectores transables (aquellos que compiten en el mercado internacional) y los no transables (orientados al mercado interno). “Los transables vendemos a precios internacionales, mientras que otros sectores pueden trasladar sus costos al precio final. Por eso un bife en La Recova cuesta el doble que en París: porque refleja las distorsiones internas de la economía argentina”, ejemplificó.
El titular de la UIA reclamó un “apoyo real a las empresas locales”, y fue tajante: “No van a venir marcianos a desarrollar el país”.
Entre los principales obstáculos, Rappallini señaló la presión fiscal y la rigidez del sistema laboral. “En 15 años no hemos generado empleo privado. Somos récord de presión fiscal para el que paga”, denunció. Según su análisis, mientras la presión fiscal normativa supera el 50% del PBI, la recaudación efectiva está por debajo del 30%. “Subir más los impuestos genera incentivos a la evasión”, advirtió.
También criticó impuestos distorsivos como Ingresos Brutos y las retenciones a las exportaciones, a las que calificó como “una locura”. “Necesitamos bajar esa estructura de distorsiones, que afecta a todos los sectores. Hoy en Argentina es caro producir, transportar, vender y distribuir”, enumeró.
Finalmente, se refirió a la amenaza de la competencia externa. “Todos los países enfrentan desafíos con las importaciones. La clave está en cómo darles herramientas a las empresas locales para que sean competitivas. Abrir la economía sin resolver las distorsiones internas pone en riesgo a la producción nacional”, concluyó.
Nota realizada con información del Diario La Nación.-